miércoles, 2 de diciembre de 2009

Palabras de nuestro Presidente Nacional de Acción Católica


La organicidad expresa la comunión



Siempre hemos dicho que la AC está orgánicamente constituida.
La organicidad, necesita de la organización como método de que cada cosa tiene un lugar, cada miembro un rol (o varios), hay procesos establecidos, hay mecanismos de coordinación, hay reglas, normas.
Pero es más que esto, está vinculado a la vida de la institución, la fidelidad a la misión, a las decisiones comunitarias, a lo que se espera de mí.
Esta vida orgánica como la sangre que fluye por las venas y fluye a los capilares, necesita mi “mejor versión”, que dé lo mejor de mí, necesita que me ponga en común.
Nuestro estilo de conducción tiene que estar basado en generar relaciones, vínculos, confianza, en promover desde la realidad.

De la Unidad todos somos obreros


Cuando se reformó el estatuto y el reglamento, cuando muchos de los que estamos acá trabajamos en el Proyecto Institucional, uno de los cambios que expresaba la unidad institucional era el cambio de la Junta por el Consejo. No era solo un cambio de nombre.
El Consejo como expresión de la UNIDAD, en cada nivel de la ACA
Pero esta “garantía” no anula, ni suplanta la operatividad de las Comisiones de Áreas y Equipos. La UNIDAD no es un refugio donde podemos disimular nuestra pereza dirigencial. La unidad se construye y es tarea de todos.

Mi rol bien hecho SUMA




No es posible conducir a distancia...
Tiene que ver a cuanto nos acercamos a la realidad que nos toca conducir, como acompañamos la vida de nuestras comunidades, aprovechando todos los medios disponibles.
Hoy la tecnología nos da oportunidades que no tenían los que hicieron grande esta institución.
Cuanto nos involucramos en lo que proponemos, en lo que está haciendo el equipo, la comisión, el consejo. Cuando opinamos, cuando votamos, si no pensamos en que eso también nos cuenta, que en eso también somos parte, estamos haciéndole hacer a la institución, que tanto queremos, una falsa opción. Acá también hay que poner los “talentos en común”

Las buenas ideas no modifican la realidad


Nos hacen falta, pero por si solas no alcanzan. Son el comienzo. Necesitamos de la planificación común. Así podremos explicitar lo que pensamos y ver entre todos lo más conveniente.
Pero también hay que poner los medios, los recursos y acá también se juega nuestra creatividad, nuestra imaginación.
Acá también se juega nuestra tarea, en “hacer posible las buenas ideas”, en hacerlas realidad.

Comunicar


Una de nuestras principales tareas.
Tanto a nuestra gente como a la realidad a la cual queremos evangelizar. Comunicar nuestros valores, nuestras dediciones, comunicar nuestra visión, pero sobretodo establecer un ida y vuelta constructivo con los dirigentes diocesanos.

Para el final


Nuestros Obispos en el documento referido al Bicentenario de la patria, nos dan algunas recomendaciones del estilo de liderazgo que necesitamos hoy muy interesantes para nuestra tarea., les recomiendo leer todo el documente, pero en referencia al tema de hoy ver los nros del 20 al 23, no solo para formarnos como dirigentes nacionales, sino también para la formación de dirigentes, lideres en su propio ambiente, servicio que debemos ofrecer.

“Por eso, es fundamental generar y alentar un estilo de liderazgo centrado en el servicio al prójimo y al bien común. Todo líder, para llegar a ser un verdadero dirigente ha de ser ante todo un testigo. El testimonio personal, como expresión de coherencia y ejemplaridad hace al crecimiento de una comunidad. Necesitamos generar un liderazgo con capacidad de promover el desarrollo integral de la persona y de la sociedad. No habrá cambios profundos si no renace, en todos los ambientes y sectores, una intensa mística del servicio, que ayude a despertar nuevas vocaciones de compromiso social y político. El verdadero liderazgo supera la omnipotencia del poder y no se conforma con la mera gestión de las urgencias. Recordemos algunos valores propios de los auténticos líderes: la integridad moral, la amplitud de miras, el compromiso concreto por el bien de todos, la capacidad de escucha, el interés por proyectar más allá de lo inmediato, el respeto de la ley, el discernimiento atento de los nuevos signos de los tiempos y, sobre todo, la coherencia de vida. “1
…” También queremos reconocer con gratitud a quienes luchan por vivir con fidelidad a sus principios. Y a los educadores, comunicadores sociales, profesionales, técnicos, científicos y académicos, que se esfuerzan por promover una concepción integral de la persona humana. A todos ellos, les pedimos que no bajen los brazos, que reafirmen su dignidad y su vocación de servicio constructivo. Uno de los mayores desafíos de nuestro tiempo es recuperar el valor de toda sana militancia”



Disfrutemos gozosamente de esta tarea,
Vale la pena!”



Ing. Emilio Inzaurraga
Presidente
Acción Católica Argentina
El rol que me toca, no solo tiene que ver con mis intereses, sino que también tiene que ver con lo que Dios quiere de mí y con las decisiones comunitarias.
Hay aspectos de esta vida orgánica que me pueden resultar más simpáticos que otros.
Trabajar orgánicamente no significa que uno esté en todo, si no que es fiel al rol que la comunidad le ha confiado y que ha aceptado libremente y, en primer lugar, hace bien lo que le toca hacer, para el proyecto común.
Que bueno sería, que cada uno hiciéramos bien lo que nos toca hacer. Entre todos tenemos que ayudarnos mutuamente a que cada uno encuentre su lugar. Mi bien hecho suma.
Entender mi rol es saber que se espera de mí, no como un excusa (hago lo que me toca y “cumplo”) , sino como mi aporte que ayuda a crecer, que empuja hacia delante.

Los aparatos se conducen a control remoto, la gente y las instituciones no

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