viernes, 26 de marzo de 2010

La Patria es un don, la Nación una tarea

1. La celebración del Bicentenario merece un clima social y espiritual distinto al que estamos viviendo. Urge recrear las condiciones políticas e institucionales que nos permitan superar el estado de confrontación permanente que profundiza nuestros males. La situación actual requiere una actitud de grandeza de parte de todos los argentinos, en particular de sus dirigentes. También nosotros, como pastores, nos sentimos interpelados por esta situación y no nos excluimos del examen de conciencia que se debe hacer.

2. La que sufre es la Nación toda; no es momento para victimizarnos ni para procurar ventajas sectoriales. “Aunque a veces lo perdamos de vista, la calidad de vida de las personas está fuertemente vinculada a la salud de las instituciones de la Constitución cuyo deficiente funcionamiento produce un alto costo social” . La calidad institucional es el camino más seguro para lograr la inclusión de todos en la comunidad nacional. Por eso, es necesario que los poderes del Estado, de acuerdo a su naturaleza, actúen respetando su legítima autonomía y complementándose en el servicio al bien común.

3. Si toda la Nación sufre, más duramente sufren los pobres. Este es un reclamo del cual nos volvemos a hacer eco, porque se trata de una deuda que sigue vigente, y que se lee “en los rostros de miles de hermanos que no llegan a vivir conforme a su dignidad de hijos de Dios” . Por ello, es el momento de privilegiar la sanción de leyes que respondan a las necesidades reales de nuestro pueblo, y no de detenerse en opciones fijadas por intereses que no tienen en cuenta la naturaleza de la persona humana, de la familia y de la sociedad.

4. La Patria es un don que hemos recibido, la Nación una tarea que nos convoca y compromete nuestro esfuerzo. Asumir esta misión con espíritu fraterno y solidario es el mejor modo de celebrar el Bicentenario de nuestra Patria.

5. Los cristianos invitamos a todos los hombres y mujeres de buena voluntad a unirse a nosotros en la oración para invocar al Señor, que es la fuerza de su pueblo, y a pedirle por nuestra querida Patria argentina: “Salva a tu pueblo y bendice a tu herencia; apaciéntalos y sé su guía para siempre” . Una vez más ponemos estos deseos y esperanzas en las manos de Nuestra Madre de Luján.
Declaración, emitida el 10 de marzo por la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Argentina

Notas:(1) Cea. “Hacia un Bicentenario en justicia y solidaridad. 2010-2016”, n°35.(2) Cea. “Afrontar con grandeza nuestra situación actual”, n°11.(3) Salmo 28 (27) 8-9.

La Iglesia con la ciencia


La Iglesia anima a apoyar a los hombres y mujeres que se dedican a la ciencia y, de modo especial, a la ciencia médica, y que prestan un precioso servicio al bien integral de la vida y dignidad de cada ser humano. La Iglesia Católica, nos acaba de recordar la Instrucción de la Santa Sede «Dignitatis personae», mira con esperanza la investigación científica y desea que sean muchos los cristianos que contribuyan al progreso de la biomedicina y testimonien su fe en ese ámbito.



Igualmente, deseamos que los resultados de esta investigación sirvan también a quienes trabajan en las áreas más pobres y azotadas por las enfermedades. Los grandes descubrimientos en medicamentos, que no se comparten o quedan para uso exclusivo de los países o de los enfermos ricos, ponen de manifiesto que la ciencia si no va acompañada de un uso generoso, responsable y solidario, no remediará nunca los grandes males de la humanidad. Los misioneros de la Iglesia que derraman su generoso esfuerzo en hospitales y centros sanitarios del tercer mundo comprueban día a día que los adelantos científicos precisan de personas dispuestas a suministrarlos.


En el variado panorama filosófico y científico actual es posible reconocer una amplia y cualificada presencia de científicos y filósofos que, en el espíritu del juramento de Hipócrates, ven en la ciencia médica un servicio a la fragilidad del hombre para curar las enfermedades, aliviar el sufrimiento y extender los cuidados necesarios de modo equitativo a toda la humanidad. Los discípulos de Cristo queremos estar presentes junto a cada persona que sufre en el cuerpo y en el espíritu, para ofrecerle consuelo, luz y esperanza, que dan sentido a la enfermedad y a la experiencia de la muerte. Son momentos que pertenecen a la vida humana y caracterizan su historia, abriéndola al misterio de la Resurrección.


Sí. Todo profesional de las ciencias de la salud, de la medicina, la enfermería, la fisioterapia, la odontología, la podología, la logopedia, la psicología, la terapia ocupacional o las ciencias de la actividad física, está llamado a salir al encuentro de la fragilidad humana, a intentar curar sus patologías, a aliviar el dolor y a hacer llegar al mayor número de personas de todo lugar y condición los beneficios de la salud integral.


Sin embargo, no faltan representantes de los campos de la filosofía y de la ciencia que consideran el creciente desarrollo de las tecnologías biomédicas desde un punto de vista sustancialmente eugenésico. Consideran que provocar la muerte puede estar justificado para evitar el propio sufrimiento o, incluso, en beneficio de otros sujetos.


Ante esta realidad, la Iglesia no tiene la pretensión de intervenir en el ámbito de la ciencia médica como tal, sino de invitar a todos los profesionales de las ciencias de la salud, y a todas las personas, a actuar con responsabilidad ética y social. El valor ético de la ciencia biomédica se mide en referencia al respeto incondicional debido a cada ser humano, en todos los momentos de su existencia, y en referencia a la tutela de la especificidad de los actos personales que transmiten la vida.


Con toda claridad, existe un principio fundamental propio de toda ética que reconoce la dignidad humana: «a cada ser humano, desde la concepción hasta la muerte natural, se le debe reconocer la dignidad de persona». Este principio fundamental, que expresa un gran «sí» a la vida humana, debe ocupar un lugar central en la investigación biomédica, que reviste una importancia siempre mayor en el mundo de hoy.


Al proponer principios y juicios morales para la investigación biomédica sobre la vida humana, la Iglesia Católica se vale de la razón y de la fe, lo que le permite elaborar una visión integral del ser humano y de su vocación, abierta a diversas culturas y, en general, a las personas de buena voluntad. Los cristianos podemos y debemos acoger todo lo bueno que surge de las obras humanas y de las tradiciones culturales y religiosas, que frecuentemente muestran una gran reverencia por la vida.


La rapidez de los progresos científicos y la difusión que se les da en los medios de comunicación social provocan esperanza y en ocasiones perplejidad en sectores cada vez más vastos de la opinión pública. Para ordenar jurídicamente los problemas que van surgiendo, a menudo se apela a los cuerpos legislativos e incluso a la consulta popular. Cuanto mejor sea la reflexión ética y científica, mejor se formará la opinión pública sobre las últimas consecuencias y alcances de cada opción. A ello, alejada de intereses mercantiles y económicos, quiere contribuir la Iglesia con la Instrucción «Dignitatis personae» y sus propuestas.


Con mi bendición y afecto,
+Agustín García-Gasco
Cardenal arzobispo de Valencia


viernes, 12 de marzo de 2010

25 de Marzo de 2010: Día de la Anunciación y del Niño por nacer


El Derecho a la vida desde el momento de la concepción nos compromete a todos. La elección de la fecha del 25 de marzo fue elegida porque en esa fecha los cristianos celebramos la Anunciación a la Virgen María".



Como cristianos creemos que "La vida, el mayor de los dones, tiene un valor inviolable y una dignidad irrepetible” desde el momento de la concepción. Y para defender la vida de toda persona debemos hacernos cargo.


Por eso invitamos a todos los miembros de nuestra querida Acción Católica, familiares, amigos y especialmente a las mamás embarazadas a participar de la Misa de celebración de la Anunciación a la Virgen María y del día del Niño por nacer el día jueves 25 de Marzo a las 20 hs. en la Parroquia San Jorge (Juncal 964, Lanús Este) presidida por nuestro Obispo Monseñor Rubén Oscar Frassia.


“Jesús fue embrión, vos también”
Vida digna, tarea de todos

ALABADO SEA JESUCRISTO!!!

martes, 2 de marzo de 2010

¿Querés sumarte al desafío de evangelizar los Ámbitos de nuestra sociedad?


“La Institución no debe esperar cumplir su Misión sólo mediante el trabajo formativo con sus miembros, desde la niñez hasta la adultez, sino que institucionalmente debe priorizar una actividad orgánica en los ámbitos donde hoy surgen y nacen los criterios de acción y de opinión del pueblo: medios de comunicación social, ámbitos políticos, sociedades de fomento, barrios, centros de interés cultural y comunitario, siempre con espíritu de solidaridad y de servicio”(Proyecto Institucional Cap. II, 11.2)

Arte y Comunicación
" Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que contemplamos y tocaron nuestras manos acerca de la Palabra de vida (...) lo que hemos visto y oído, os lo anunciamos, para que también vosotros estéis en comunión con nosotros“

* “A todos ustedes, quienes trabajan por la verdad a través de la belleza: poetas y gentes de letras, pintores, escultores, arquitectos, músicos, hombres de teatro, cineastas, profesionales de los medios de comunicación.
* Para ustedes fue rezado, pensado y planificado este ámbito”

Ciencia y Tecnología

'El Padre eterno nos habla con su palabra y a través del Espíritu Santo, que derrama en nuestro corazón (Jn. 1,14; Rom. 5,5). El mismo Dios nos habla en la naturaleza y en ella también habla un lenguaje que podemos descifrar. Ambas esferas de conocimiento son dones maravillosos del Creador'

Para quienes busquen trazar un puente desde las profesiones científicas para trabajar acerca de la relación Fe, Hombre y Ciencia frente a los desafíos del tercer milenio y proyectar una evangelización en la que se ponga la Ciencia y la Tecnología al servicio de la dignidad humana.

Problemáticas Sociales

"En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os tenéis amor los unos a los otros". (Jn. 13, 35) Si verdaderamente hemos contemplado el rostro de Cristo, queridos hermanos y hermanas, nuestra programación pastoral se inspirará en el mandamiento nuevo que Él nos dio: "que, como yo os he amado, así os améis también vosotros los unos a los otros" (Jn. 13, 34). NMI 42

El ámbito de problemáticas sociales busca animar a los miembros de la AC para que intensifiquen la participación y el compromiso en el impulso de proyectos de servicio, propios y en comunión, para responder a diversas problemáticas sociales a fin de facilitar la integración social.

Familia
"El Matrimonio y la Familia son un proyecto de Dios que invita al hombre y a la mujer, creados por amor, a realizar su proyecto de amor en fidelidad hasta la muerte" (Conclusiones de Santo Domingo, n. 217)

* Difundir la doctrina acerca del matrimonio, la familia y la vida.
* Atender a las necesidades y carencias de la comunidad relativas al matrimonio, la familia y la vida.
* Accionar ante los desafíos de la familia y la vida.

Educación

"El fin específico, propio y directo de la educación consiste en la perfección de las potencias humanas"

* El Ámbito de Educación se encuentra abocado a la no fácil tarea de armar una Red de Educación, para conocer y contar con la gente que tenga un compromiso en su lugar de trabajo.
* La educación es un pilar fundamental para construir una verdadera civilización, con valores plenamente evangélicos, que nos permitan llegar a dónde se necesita una palabra de aliento, un testimonio de vida, un compromiso fuerte con la realidad, un servicio permanente a todo el país.

Política

"El Espíritu que debe animar toda esta tarea es devolver a la actividad política su profunda nobleza como una forma excelente de servicio de la comunidad, y dar a la democracia en que vivimos sustento moral y doctrinario, y estimular una participación política con sentido solidario y responsable"

Es un espacio comunitario de crecimiento en la fe, acompañamiento recíproco y formación integral para aquellos cristianos que:

- hayan hecho una opción vocacional por la política
- estén vinculados con ese ámbito desde lo laboral (asesoramiento, docencia, ocupando un cargo de gestión ocasionalmente, etc.)

Trabajo

‘Un pecado del mundo moderno, del cual hay que redimirlo en lo más profundo, está en la concepción del trabajo. Si la Iglesia no evangeliza el trabajo, no evangeliza la cultura moderna. Hay que empezar por evangelizar la concepción del trabajo, que es lo que hace Juan Pablo II en la Laborem Exercens’

Realizar la evangelización de los trabajadores, que se concreta tanto en los lugares de trabajo mediante un apostolado personal, como en el conjunto de las realidades del mundo del trabajo por medio de acciones dirigidas a impregnarlas con el Espíritu de Cristo, entendiendo por tal su verdadera transformación a favor de la justicia y la equidad.


Resúmen extractado de la página web: www.accioncatolica.org.ar