
Sabemos, que no pocas veces sus embarazos son problemáticos y pueden llevar a la secreta aunque también errada convicción de que la mejor manera de resolver su problema es abortar.
La manera más eficaz de salvar tanto a la madre como al niño, es acompañandola durante el camino del embarazo.
El aborto es la interrupción voluntaria de un embarazo y por tanto eliminación de una vida humana – nunca es una solución a un problema o conflicto que se vive. Quien ha pasado por esta experiencia sabe muy bien que solo se suma un problema a otro problema, con dolorosas consecuencias para la madre, la familia y especialmente el niño que viene en camino.
La actitud adecuada para aproximarnos a la mujer que se encuentra embarazada y que tiene dificultades para llevar adelante su embarazo es la del amor genuino y desinteresado. Queremos que ellas sepan que cuentan con toda nuestra confianza. No nos toca imponer nuestros criterios o decisiones. Pero pensamos que tenemos algo que decir y sobre todo que tenemos cómo ayudarles.